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LA REGIÓN

La Federación de Aceiteros pide un frente sindical para enfrentar a Milei ante la pasividad de la CGT

Durante el año 2024 los aceiteros han sido de los trabajadores con mayor presencia en las calles bahienses en distintas movilizaciones acompañando incluso luchas como la de los universitarios, jubilados y por el respeto a los derechos humanos.

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Mediante un extenso comunicado donde se critica el impacto de la inflación en el salario, los aceiteros llaman a la unidad para lograr un frente gremial mas combativo al gobierno nacional.

Desde Ftciodyara (Federación de Aceiteros) emitieron un duro comunicado realizando un análisis respecto al poco realismo de los datos de inflación, difundidos por el INDEC, y su correlato con el poder adquisitivo de los trabajadores.

Al pie de la misiva se ve un gran numero de sindicatos, muchos de ellos comparten la visión de los aceiteros, recordemos que dias atrás el líder de la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina, Daniel Yofra, cuestionó a la CGT y realizó un llamado a la unidad de aquellos gremios que tengan crean que hay que tener mayor nivel de enfrentamiento a las políticas nacionales.

Los datos de inflación no coinciden con el impacto en nuestros bolsillos
El gobierno acaba de anunciar el índice inflacionario del mes pasado y su acumulado anual. Según esos datos, la inflación fue de 2,2% en enero 2025.
Para la mayoría de la población ese porcentaje no refleja el aumento efectivo de los bienes y servicios que afrontamos todos los meses con nuestros ingresos. Hasta ahora era un comentario que fue elevando su volumen en pueblos y ciudades. Hoy podemos demostrar que ese desfasaje es real y tiene una explicación clara: el Indec utiliza una metodología de cálculo desactualizada.
El gobierno no se atreve a modificarlo porque develaría que la inflación es mayor que la publicada.
¿Por qué hay que actualizar la forma de medirla? Porque periódicamente la Encuesta Nacional de Gastos de los hogares (ENGho) revela las variaciones del consumo y su impacto en el cálculo de la inflación. Hace muchos años que no se realiza una modificación integral y eso genera diferencias cada vez más agudas.
La mayoría de los especialistas coinciden en que existió un desfasaje cercano al 15% (en contra de los salarios) entre los datos oficiales y la inflación sufrida en 2024. Y tiene lógica.
¿Es lo mismo medir el peso de los servicios públicos con subsidios que sin ellos? ¿O el impacto de los alquileres con aumentos anuales pautados que con incrementos “libres” cada tres meses? En ese sentido, solo un ejemplo: es innegable que la desigualdad en la relación entre propietarios/as e inquilinos/as nunca estuvo tan dramáticamente expuesta.

Este método desactualizado oculta que el poder de compra de los salarios se redujo un 50% en los últimos años, solo mitigado por las negociaciones paritarias y conflictos salariales.
La mayoría de los trabajadores/as cada vez están más lejos del Salario Mínimo, Vital y Móvil, aprobado en la Ley de Contrato de Trabajo y en la Constitución Nacional, que es la remuneración menor que debe recibir un trabajador/a para asegurar alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, salud, transporte, esparcimiento, vacaciones y previsión. Para cubrir esos gastos a finales de 2024 un trabajador/a debía percibir un ingreso bruto mínimo de $1.900.000 mensuales.
Tenemos los datos, las causas que explican las diferencias entre la realidad y el dibujo oficial, y el veredicto de la mayoría de la población que comprueba mes a mes que no son ciertos los números que se comunican oficialmente.
El futuro ya llegó. El bolsillo canta claro. Necesitamos unirnos para reparar esta injusticia.